Os paso un enlace:
http://www.clarin.com/shared/v8.1/swf/fullscreen_video.html?archivo=http://videosfla.uigc.net/2008/07/29/rp.flv
Es un video de un señor, ropa informal, buen aspecto... delante de un buen grupo de personas en un plató de televisión.
¿Qué hace? Os escribo lo que diría cualquiera de los que al final del programa se levantan a aplaudirle:
- "Nos cuenta la bella historia de su infancia, evocada, primero en la soledad de sus pensamientos y después ante miles de personas, por el reciente descubrimiento de un cáncer que acabará con él en pocas semanas. Con sus bellas palabras logra transmitir un mensaje de felicidad y despreocupación que logra levantar de sus asientos a los invitados y volcar los corazones más humanos de todos aquellos que lo vean".
Pero creo que desde el punto de vista de un estudiante que intenta acceder a ese mundo hay que pensar algo distinto y, sobre todo, analizar algo distinto.
En primer lugar la actitud del hombre, que vende su vida, su infancia, la de su familia, unas semanas antes de esfumarse. No creo que sea muy humilde por su parte (como dice ser tras haber aprendido de su padre que matar a mucha gente en una guerra tan absurda como las demás, que te den una medalla por ello y no querer enseñarla es ser humilde) como tampoco creo que su objetivo fuera el que queremos entender como buenos telespectadores pasivos de hacer feliz a la atolondrada audiencia. Su verdadero objetivo era el de conseguir sus minutos de fama para que luego sus hijos se sientan orgullosos de tener un padre que vendió su vida y la de su familia y así ellos puedan decir haber aprendido la lección de humildad de su padre.
Pero por otra parte, creo que no debemos olvidarnos del medio que regala a este hombrecillo diez minutos de gloria. Al fin y al cabo él tiene una concepción de la vida distinta a la mía y puede hacer lo que le plazca, pero, ¿creéis que un medio de comunicación debe vender la vida de personajes anónimos con el fin de subir el share? Yo creo que es deplorable y constituye uno de los mayores quistes que la sociedad de la información tiene arraigados.
Ir al diario de patricia (aunque ya no esté Patricia) y pedirle matrimonio a tu esposa no es bonito ni romántico, ¡es una putada! Lo mismo ocurre con la concursante británica de Gran Hermano, la cuál ha renunciado a su intimidad casi hasta su último aliento por ganar un dinero que no ha podido disfrutar, aunque sí ha incrementado su ego.
¿Por qué los medios de comunicación no actúan como estamentos serios y responsables y dejan de humillarse a sí mismos? Sin duda, es la muestra más clara de su mediocridad ya que demuestra una falta de ideas mejores difícil de subsanar a corto plazo.
Yo me niego rotúndamente a que el futuro que me espera sea en un lugar tan falto de valores. Vosotros sabréis qué es lo que preferís.
Un saludo!
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